¿Problemas con la cerradura?
Las cerraduras y cilindros son elementos que en determinados casos suelen estar a la intemperie, por ello, algunos cuidados siempre son recomendables.
Cerraduras, cerrojos, candados, cilindros....todos ellos, dependiendo de donde los instalemos, puede darse el caso de que estén a la intemperie, tanto una de sus caras como ambas al mismo tiempo.
Esto puede hacer que debido a la lluvia, al sol, al calor, al viento o el polvo, en algunos casos notemos que nuestros cierres se resisten a actuar con suavidad o parecen estar mas duros. Mucha gente piensa que es hora de cambiar el cierre o incluso de llamar a un cerrajero para que trate de solucionarnos ese problema.
Existen varias soluciones que podemos intentar antes de llegar a ese extremo ya que en la mayor parte de las ocasiones, estos problemas se solucionan de una manera muy simple y barata.
- Antes que nada, siempre recomendamos que se use algún tipo de spray multiusos (marcas comerciales como 3en1, WD40...) que suavizan el mecanismo de la cerradura haciendo su accionamiento mas facil.
- Si no disponemos de dichos sprays y necesitamos suavizar el mecanismo, podemos usar el grafito de un lápiz para lubricar el interior de la cerradura. Para ello, pasaremos la punta del lápiz por la llave, por la zona aserrada de la llave o la zona de puntos si se trata de una llave de seguridad. Nunca usaremos la punta directamente en la cerradura ya que podría introducirse accidentalmente un pedazo de grafito mas grande de lo debido y bloquear completamente la cerradura. En este caso, solo el polvo de grafito es suficiente para suavizar la cerradura.
- Otro método, quizá el menos habitual y conocido es a base de vaselina o parafina líquida. Metemos la llave en agua lo mas caliente posible y a continuación, la empapamos bien en parafina líquida, luego introducimos la llave en el cierre y la movemos para que se lubrique todo bien.
- Como nota, cabe destacar que nunca debemos añadir agua ya que está podría hacer que se oxidase el interior de la cerradura dejándola inutilizable.
Si tras ninguno de estos pasos vemos que la cerradura se suaviza, quizá esté obstruida por algo o podría ser también que estuviese dañada por lo que deberiamos sustituirla, pero la vida media de un cilindro es superior a 15 años por lo que este es el caso mas hipotético.